The game of Palin / Chueca belongs to the cultural tradition of the Mapuche People, the largest native minority group in Chile

Si una nación Americana ganara el oro Olímpico en 2016, podría perfectamente decirse que el hockey volvió a sus raíces.  

Mientras que no hay dudas que el juego moderno del hockey sobre césped deriva del sistema británico, de escuelas públicas del siglo XIX, muchas de sus formas de juego pueden rastrearse hasta las antiguas civilizaciones, griegas, árabes, persas, egipcias y varias tribus indígenas del norte y Sudamérica y los Aztecas en México.  

Ciertamente hay evidencia en dibujos en cuevas, y con el descubrimiento de artefactos antiguos, que el hockey existió en una forma u otra hace más de 4000 años, aunque qué tan parecido fue a nuestro formato moderno de juego quedará en la mística del tiempo. La primera evidencia de una forma organizada del juego puede verse en un bajo relieve egipcio del 2000 AC, donde dos figuras sostienen palos curvos con una pelota en el medio. También en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas una pieza de mármol del 514 AC muestra cuatro escenas deportivas. Una de estas tiene un grupo de jóvenes que indudablemente están jugando hockey.

En la Edad Media el hockey aparece en dibujos y escrituras a lo largo de Europa y la primera mención de la palabra “hockey” surge en el registro escrito de un discurso del Rey inglés Eduardo III. Desafortunadamente para el desarrollo del juego, en esa época, el Rey estaba declarando la prohibición del hockey y “otros juegos del tipo holgazán”. 

Mientras que en Europa el hockey se desarrollaba con sus variantes como el bandy en Holanda, el hoquet en Francia y el hurling en Irlanda, en Sudamérica, la tribu de los Mapuches – también conocidos como los Araucanos- de Chile creó su propia versión del palo y la pelota de juego – palin en el siglo XVI. Aquí surge alguna confusión con la terminología, ya que los colonos españoles se referían al palin como “chueca” similar en el estilo al bandy, hoquet y otras versiones europeas, que los historiadores creen que se desarrolló independientemente, sin influencia del Viejo Mundo. Los juegos eran curiosamente similares al hockey moderno que fue formalizado y codificado por el sistema de escuelas británicas públicas en el siglo XVIII.

Es fácil ver como el hockey se desarrolló entre las comunidades. Los cazadores y recolectores, las comunidades y las tribus seguramente se relajaban creando juegos. El juego más temprano y fácil es el de perseguir y agarrar, pero patear un objeto, arrojar un objeto o utilizar un palo para impulsar un objeto son todas actividades también  tan antiguas como la humanidad. En un instante se convierte en uno contra uno, luego un grupo contra el otro y repentinamente se tiene un juego.

La mayoría de los juegos en la Edad Media y hasta el siglo XIX tenían un doble  propósito. Los juegos eran una forma de entretenimiento y relajación, pero también tenían un propósito serio – mantener a los jugadores en forma y listos para la acción militar. La evidencia histórica sugiere que el juego de palin se utilizaba como un ensayo de batalla para dirimir disputas entre tribus indígenas locales; como una actividad a continuación de un funeral; y como forma de congregar a las comunidades. Ciertamente, a pesar de los dos periodos, en los siglos XVII y XVIII cuando el deporte fue prohibido por ser demasiado violento, el palin ocupaba un importante lugar en las vidas de las comunidades que se extendían a lo largo de Chile hasta ya entrado el Siglo XX.   

Desde el siglo XIX en adelante, tuvo lugar una gradual sofisticación y formalización de las técnicas, reglas, equipamiento y tácticas. Mientras que las raíces del deporte están en las antiguas civilizaciones de las Américas, Grecia, Imperio Romano y Egipto, el juego moderno con sus reglas, la estandarización del equipamiento y la estructura de una liga competitiva derivan del sistema de escuelas públicas británicas y el avance del Imperio Británico en el Siglo XIX. El juego fue adoptado por los soldados, comerciantes y colonos de Norte y Sudamérica, India, Australia y África de de los campos de juego de las escuelas públicas como Eton y Windsor, y muy pronto se convirtió en un deporte internacionalmente reconocido, garantizando su inclusión en los Juegos Olímpicos de 1908.

El juego moderno de hockey, que todavía podemos hoy reconocer, apareció por primera vez en las Américas al comienzo del Siglo XX. Constance Applebee, introdujo el juego en EEUU en 1901. Constance era una instructora de Educación Física en la Universidad de Harvard y muy pronto las mujeres comenzaron a jugar hockey en colegios y clubes, particularmente en el noreste de los Estados Unidos. Lo hombres adoptaron el deporte en 1928, el mismo año en que se conformó la Asociación de Hockey sobre césped de EEUU. El equipo masculino obtuvo rápidamente éxitos, ganando el bronce en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.

La influencia británica también fue la fuerza detrás de la formación de la Asociación Argentina de Hockey (ahora Confederación Argentina de Hockey), que se fundó en 1908. A comienzos del siglo XX los trabajadores británicos en Argentina se reunieron en clubes interesando también a la gente local y el primer partido lo jugaron Belgrano Athletic, San Isidro (renombrado más tarde como Club Atlético San Isidro- CASI) y Pacific Railway AC (ahora San Martin). Un año después se permitieron los clubes femeninos y el primer equipo de damas en formarse fue el de Belgrano. No fue hasta 1983 que se formó la Confederación Argentina de Hockey, pero ya para ese momento el equipo femenino en particular había dejado su marca en el escenario mundial, como subcampeonas en la Copa del Mundo inaugural de 1974 y la de 1976. En muy pocos años el hockey en Argentina se convirtió en el deporte nacional de mujeres y sus jugadoras se convirtieron en superestrellas.

La posición de Canadá como miembro del  “Commonwealth” lo convirtió en un país fértil para el desarrollo del hockey. Los colonos británicos y soldados fueron quienes introdujeron el juego y se practicó en Canadá desde los primeros años del siglo XX. En Canadá, el clima y la popularidad de su deporte hermano –el hockey sobre hielo- significó que el hockey sobre césped ocupara siempre la segunda fila. Así y todo, en los últimos 20 años se pudo ver la inversión de un duro trabajo en el desarrollo del hockey femenino y masculino; con los varones rankeados en el 14vo lugar en el mundo y las mujeres en el 22 evidencian que la intensa labor tiene su recompensa.

El hockey llegó a la región panamericana en forma gradual en el curso del siglo XX. Chile continúa teniendo una gran tradición en el deporte– quizá se podría retroceder hasta la época del palin  – y Uruguay, Trinidad & Tobago y México son todos equipos ahora afianzados en el escenario mundial. Con la llegada de las series de la Liga Mundial de Hockey, estos equipos tienen verdaderas oportunidades para avanzar en el ranking y luchar por la clasificación a los eventos mayores de nivel mundial en un futuro cercano.  Para los otros equipos, muchos en su temprana etapa, el trabajo pionero de las naciones mejor rankeadas está creando una estructura y una base de conocimiento del hockey que beneficiará a los equipos de la PAHF.

Cuando se habla del escenario global, la PAHF se involucro rápidamente. La Federación Internacional de Hockey (FIH) se formó en 1924, cuando siete asociaciones nacionales unieron sus fuerzas para crear la estructura con la cual la federación podría florecer. Las naciones fundadoras fueron Austria, Bélgica, Checoslovaquia, Francia, Hungría, España y Suiza. La Federación Panamericana fue una de las primeras asociaciones continentales en unirse a la Federación Internacional de Hockey. En 1964, 51naciones se habían afiliado a la FIH, junto con tres federaciones continentales  – la PAHF, África y Asia. Las federaciones de Europa y Oceanía se incorporaron más de una década después.

Hoy la Federación Panamericana de Hockey es la segunda federación más grande en términos de cantidad de equipos. Europa lidera con 17 equipos de varones y 18 de mujeres, la PAHF continúa  creciendo en el escenario del hockey internacional.