Trinidad & Tobago recargó sus energías luego de la dura caída en los cuartos de finales frente a Irlanda y rápidamente se fue al ataque, haciéndose de un par de corners cortos en los primeros minutos del partido por el cruce frente a Italia. Los italianos rápidamente recobraron la compostura y el juego se emparejó, con los usuales milagros de Francesco Padovani en el arco italiano haciendo limpieza por detrás de su defensa.  

Mucho, sin embargo no pudo hacer en el cuarto corner corto de  T&T, disparado alto en el ángulo por  Kwan Browne en el minuto 11, el único gol del primer cuarto. El juego se emparejó en el segundo cuarto, ambos equipos haciendo largas corridas con la pelota, más que construyendo con pacientes pases.  Italia se aprovechó de una tarjeta verde que recibió un jugador de Trinidad y obtuvo un corner corto, bien convertido con un flick bajo por Thomas Keenan en el minuto 26 para un suave resultado a la mitad del partido.  

Thomas Keenan tuvo otra oportunidad de corner corto en la segunda mitad, pero esta vez su tiro bajo no engañó a Ron Alexander, de turno en el arco de Trinidad, hoy.  La pelota quedó girando cerca de la línea de fondo en lo que pareció una eternidad, pero finalmente despejada por la defensa. En este período bajó el ritmo, posiblemente porque los jugadores empezaban a sentir el desgaste físico después de jugar el quinto partido en una semana, o sufriendo el calor de californiano que comenzaba a cocinar las instalaciones de Chula Vista.

Trinidad & Tobago tuvo cuatro corners cortos en el tercer cuarto, todos prolijamente defendidos por los italianos. El juego comenzaba a perder su estructura, con largas corridas de una punta a la otra, y el marcador permaneció empatado en 1-1 hasta el último cuarto. Los árbitros debieron distribuir algunas tarjetas e Italia tuvo unos momentos de dominio durante una tarjeta amarilla a Trinidad. Luego de dos intentos fracasados de corner corto, los italianos finalmente se pusieron en ventaja en el minuto 50 con un gol de Daniele Cioli.

La tensión era alta durante los últimos minutos del partido, en la cancha, en el banco y entre los simpatizantes italianos a los lados de la cancha.  Trinidad & Tobago empujó lo más fuerte que pudo, y casi anota una fracción de segundos antes que sonara la corneta, pero los italianos, vigilando el reloj, se mantuvieron firmes y muy pronto estaban celebrando una victoria que por lo menos les asegura terminar  dos lugares por encima del ranking con que llegaron.