Todo el evento fue un gran éxito. A los equipos les encantó el ambiente y la vitalidad de un evento multideportivo. Los espectadores fueron abordados día tras día con un hockey emocionante con rápida acción. Y al final del evento, dos equipos de clase mundial, hombres y mujeres argentinos, habían reservado sus boletos para Tokio 2020, mostrando un juego muy profesional y de clase que los distinguía de los oponentes.
Los hombres argentinos vencieron a Canadá 5-2 en un partido por la medalla de oro que comenzó bastante parejo pero que inclinó el camino de los sudamericanos cuando anotaron tres goles seguidos en el segundo cuarto. La final de las mujeres mostro a Argentina muy superior frente a su contraparte canadiense en una demostración de poder por 5-1.
Tanto la tabla de goleadores masculino como femenino también fueron encabezadas por jugadores argentinos. Maico Casella y José Tolini anotaron 10 goles cada uno, mientras que Julieta Junkunas encabezó la tabla femenina con 11 goles, cuatro más que su compañera de equipo Carla Rebecchi, que estaba en segundo lugar.
"Mejoramos partido a partido", dijo Rebecchi mientras reflexionaba sobre el desempeño de su equipo. “Terminamos el torneo jugando muy bien, así que fue muy bueno. Como equipo nos mantuvimos muy concentrados durante toda la competencia y defendimos muy bien, por eso fuimos tan efectivas en la final”.
Como alguien que ya ha jugado varios Juegos Panamericanos, Rebecchi dice que ha visto mucha evolución entre los equipos participantes. "Hay una mejora real entre los otros seleccionados, incluso he visto grandes mejoras entre ahora y los Juegos Panamericanos anteriores".
A pesar del crecimiento y desarrollo entre los equipos con puestos más bajos en el ranking, al llegar a las semifinales de la competencia de hockey de los Juegos Panamericanos, había una familiaridad sobre los equipos que competían en los cuatro primeros lugares. En la competencia masculina, Argentina, Canadá y Chile han aparecido en todas las semifinales desde 1999.
La competencia femenina ha visto a los mismos cuatro equipos: Argentina, Canadá, Chile y EE.UU. estuvieron en los cuatro primeros lugares en las dos ediciones anteriores: 2015 y 2011.
Pero al mirar un poco más de cerca, hay señales de que el orden mundial está cambiando y es dentro de los seleccionados de Estados Unidos donde el cambio es más notorio.
Los hombres estadounidenses han estado en una carrera ascendente en los últimos años y ese progreso bajo el mando el entrenador Rutger Wiese culminó en su primera medalla de bronce en los Juegos Panamericanos desde 1995.
Adam Miller jugador de 73 partidos internacionales con el equipo masculino de EE. UU, atribuye el nuevo éxito al trabajo arduo y la dedicación de los jugadores, una mayor madurez y familiaridad entre los integrantes del equipo y un mejor calendario de partidos amistosos en preparación para grandes eventos.
"Hemos estado juntos como grupo durante mucho tiempo ya. El valor que cada uno de nosotros le da al equipo y la forma en que lo hemos priorizado sobre nuestros objetivos personales y eventos de la vida cuando todavía es un deporte amateur ha permitido que el equipo logre algunos primeros éxitos y que avance con el programa.
“A medida que mejora el rendimiento, mejora la calidad de los contrincantes internacionales. Tenemos un gran respeto por el duro trabajo que está haciendo el cuerpo técnico para asegurarnos de que tenemos el cronograma establecido que necesitamos para tener éxito ".
El equipo ahora apunta a la clasificación para la Copa Mundial 2022 y con un desempeño positivo en los últimos eventos internacionales, Miller cree que la ambición está encaminada.
Mirando hacia atrás en este evento, Miller, que vive en el Reino Unido, dice: "Sin duda, lo más destacado de los Juegos Panamericanos fue ganar el bronce con mis mejores amigos frente a familiares, amigos y novia para el país al que perteneces y amas. Pero también marcamos una gran cantidad de goles y realizamos algunas actuaciones despiadadas ante equipos contra los que en el pasado solo arañamos un resultado".
Para el equipo femenino de EE. UU, la dirección del camino ha sido al revés. Después de subir en el ranking entre 2014 y 2017, donde alcanzaron un puesto histórico quedando sextas del mundo en 2016, ahora se encuentran en una espiral descendente. Estados Unidos está actualmente en el puesto n° 13 y es probable que caiga aún más después de que termine esta ronda de clasificatorios continentales.
Si bien los hombres de EE.UU no tienen ninguna posibilidad de clasificarse a Tokio 2020, las mujeres de EE.UU aún pueden tener una oportunidad mediante el puesto que tengan en el ranking, pero será una disputa cerrada.
Mientras tanto, al norte de la frontera las cosas se están calentando para Canadá. Un gran desempeño tanto de los equipos masculinos como femeninos en las Finales de la Serie FIH significa que los “Red Caribous” y las “Wolfpack” todavía están en condiciones de clasificarse para Tokio 2020. Los hombres de Canadá ganaron su Final de la Serie en Malasia, por lo que tendrán la ventaja en su evento clasificatorio FIH en octubre / noviembre. Las mujeres terminaron en segundo lugar después de España, y ese resultado también les da otra oportunidad de clasificar.
La mente maestra detrás del éxito de las mujeres ha sido la sudafricana Giles Bonnet. Declaró que estaba "satisfecho" con el desempeño de la medalla de plata en Lima, especialmente dada la clasificación del equipo al entrar al evento. [Canadá actualmente ocupa el puesto 18 en el ranking mundial de la FIH, detrás de Chile (RM: 15) y EE.UU (RM: 13)].
"Aprendimos mucho de este evento", agrega Bonnet, "Y utilizaremos estos aprendizajes en nuestra preparación para el clasificatorio olímpico en octubre. Fue el primer torneo importante para muchas de las jugadoras desde los Juegos Commonwealth 2018 y esta experiencia es vital para ellas.”
"Llegar a la final fue otro paso importante para este equipo en este momento".
Dirigiéndose hacia los tan importantes clasificatorios olímpicos, el equipo de Canadá hará su mayor esfuerzo. Los preparativos del equipo para este punto, incluido el traslado a Bélgica para entrenar y jugar durante un año, están bien documentados. Ahora subirán la apuesta aún más alto a medida que buscan aprovechar todo lo que han aprendido en las Finales de la Serie y los Juegos Panamericanos.
"Hemos mejorado nuestra velocidad en el juego, nuestras reactivaciones, nuestra toma de decisiones y podemos gestionar mejor las fases del partido", dice Bonnet. “Sin embargo, hay muchas áreas que debemos mejorar. Venimos de un largo camino dentro de la cancha y hemos tenido que tomar decisiones en los últimos 18 meses, algunas no ideales, para acelerar nuestro desempeño para ser competitivos. Lima resalto nuevamente la brecha entre nosotros y los mejores equipos del hockey mundial. Buscaremos reducir la brecha en algunas áreas de rendimiento que creemos que podemos mejorar en el limitado tiempo que tenemos ".
Por lo tanto, por ahora debemos regresar en Bélgica por el equipo femenino canadiense y poner en marcha el duro calendario de partidos y entrenamientos, todo con el único objetivo de llevar a 16 jugadoras a Tokio.
El entrenador de los hombres de Canadá es Paul Bundy, a veces taciturno pero tácticamente astuto. Pasadas tres semanas, todavía está dolido por no ganar el oro y reservar el boleto para los Juegos Olímpicos del 2020.
"Ganar los Panamericanos y tener nuestro pase a Tokio fue el objetivo para nosotros en estos juegos", dice. "Sabíamos que necesitaríamos jugar muy bien en la final, y que Argentina tenga un juego promedio, para que podamos alcanzar nuestro objetivo". Y hasta el final del primer tiempo en la final, pienso que lo hicimos bien y estábamos por buen camino, pero tuvimos demasiados errores y lesiones desafortunadas. Eso le dio a un equipo de clase mundial la oportunidad de empujar el partido fuera de nuestro alcance para que ganemos el partido. Yo aún estoy bastante decepcionado, es el torneo que realmente quería ganar como entrenador canadiense".
Los próximos dos meses verán a Bundy y su equipo trabajando duro para erradicar los pequeños errores que fueron la diferencia entre el oro y la plata. Si bien Bundy lamenta una oportunidad perdida, también es lo suficientemente paciente como para ver el aprendizaje que se obtiene al perder ante los actuales campeones olímpicos.
"En septiembre volveremos a entrenarnos para cerrar las brechas en los errores que cometimos en la final. Fallar en estos grandes partidos, y la decepción que conlleva, te hace concentrarte en los pequeños detalles que de otro modo pasarías por alto. Hay muchas cosas en las que debemos trabajar, pero para mí el área más importante sería tener períodos más largos de consistencia en los partidos importantes y que todos nuestros jugadores estén contribuyendo constantemente. En estos detalles debemos centrarnos, para asegurarnos de que tengamos éxito en octubre ".
Para un jugador en especial, estos Juegos Panamericanos fueron como una despedida. Kwan Browne ha sido un pilar del equipo de Trinidad y Tobago durante más de 25 años y, mientras se preparaba para su último partido con los colores de su país, las emociones pudieron más.
“Me puse en la formación para entrar a jugar el último partido, pero solo pude cantar las dos primeras palabras del himno nacional antes de emocionarme. Necesitaba reponerme para cuando terminara el himno. Logré ocultar las lágrimas y las emociones de mis compañeros y ponerme en posición de jugar el partido".
Es posible que sus compañeros de Trinidad y Tobago no se hayan dado cuenta de las emociones que Browne estaba conteniendo durante los himnos, pero, cuando ganaron su último partido, 2-1 contra Cuba, para asegurar el quinto lugar, las alegres celebraciones dentro del equipo fueron la demostración de la estima que le tienen a su emblemático capitán.
Browne dijo que estaba muy contento con la forma en que terminó su carrera, aunque lamentaba la falta de preparación en el período previo al evento. "Lo hicimos realmente bien, de hecho, nuestro desempeño fue excelente dado que no teníamos preparación". La última vez que el equipo compitió en una cancha de agua fue en la Copa Panamericana 2017 y nuestro primer partido de entrenamiento en Lima contra Canadá fue la primera vez que jugamos juntos después de un tiempo. Para cuando nos metimos completamente en el torneo, estaba llegando al final y ganamos nuestros dos últimos partidos. ¿Qué podríamos haber hecho con más preparación?
Una persona que realmente aprecia el valor de una buena preparación es la árbitra Catalina Montesino. La chispeante chilena de 34 años ha sido árbitro internacional durante los últimos nueve años y, mientras se preparaba para hacerse cargo de la final femenina, celebró su partido internacional número 100.
“Todo el evento fue increíble. El estadio y el ambiente eran realmente buenos, especialmente porque era un evento multideportivo y había muchos otros deportes en nuestro establecimiento. Pero salir a la cancha para arbitrar esa final y celebrar los 100 partidos fue el mejor momento para mí. Tenía mucha emoción al recordar el camino que había recorrido para llegar allí”.
Para Catalina, ese camino había incluido un estricto régimen de entrenamiento y dieta que la había hecho perder peso y alcanzar nuevos estándares de condición física. Ella dice: “Ahora siento que me estoy desempeñando cerca de mi máximo nivel. Y ese momento en la final me hizo darme cuenta de que el trabajo duro te lleva a algún lado. Si realmente queres algo, entonces trabaja para conseguirlo y estará en tus manos lograrlo”.
Además de la acción en la cancha, la PAHF y la Federación Internacional de Hockey también organizaron un Curso de Entrenadores PAHF / FIH Academy Nivel 3 de cuatro días. El curso, que es la etapa tres de una ruta de preparación global de cinco etapas, se enfoca en el desarrollo de competencias para los entrenadores que operan a un nivel nacional superior e internacional junior. Con la asistencia de 22 entrenadores de las naciones de la PAHF, el futuro de los entrenadores en la región parece brillante.
Ciertamente, el presidente de la PAHF, Alberto 'Coco' Budeisky se alegró de ver tantos entrenadores en el curso: "El curso de entrenadores realizado en Lima nos permitió compartir conocimientos y experiencias con posibles entrenadores panamericanos que esperamos den frutos en el futuro".
Pero Budeisky dio la siguiente reflexión: “La realidad de la situación actual entre los países de la PAHF se reflejó en las posiciones finales. Los países que terminaron en los cuatro primeros puestos han demostrado que están en un nivel superior, mientras que los otros equipos siguen necesitando un mayor desarrollo y habilidades internacionales para mejorar y llegar a un punto en el que puedan competir en el escenario continental ".
Por supuesto, los Juegos Panamericanos no fueron perfectos. Gente de los medios, jugadores y oficiales informaron sobre problemas con el transporte y la logística en los primeros días del evento. Jugadores, entrenadores y árbitros hablaron sobre la falta de cobertura televisiva y dijeron que "el hockey debería celebrarse y ser visible para un público más amplio".
Pero más allá de eso, fue una representación colorida y entretenida del deporte y, como dice Budeisky: "Al igual que en cualquier gran evento internacional de juegos multideportivos, hubo problemas al principio, pero estos se resolvieron rápidamente y creo que definitivamente podemos decir que los Juegos Panamericanos salieron muy bien y fueron un éxito”.