Eduardo Leonardo

Hay un debate público sobre el abandono de las instalaciones Olímpicas en Rio, pero después de algunos meses, hay un hombre que está convencido que el legado del hockey está un paso más cerca de ser alcanzado.

"Una de las cosas más sorprendentes acerca de la vida en Europa es el horario. Llegas a tomar un tren unos segundos tarde y se ha ido. En América del sur nos parecería una locura."

Eduardo Leonardo podría describirse como la cara del legado del hockey de Rio. Desde el primer momento que había sido nombrado como Supervisor de sede de Hockey en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en 2007, hasta que sonó el silbato final del último juego de los Juegos Olímpicos de Río 2016, Eduardo ha sido líder, empujando la revolución del hockey en Brasil. Ahora trabaja en la oficina de la Federación Internacional de Hockey (FIH) en Lausana como Gerente deportivo, ejecutando eventos internacionales en todo el mundo. "A los 38 años, acabo de ver nieve por primera vez," dice Eduardo y claramente está disfrutando el nuevo rol y el nuevo entorno, pero, dice con una sonrisa, su corazón estará siempre con Brasil.

Los últimos años han sido un torbellino para el tranquilo brasileño. Pasó de trabajar en fútbol, el deporte que es sinónimo de su tierra natal, al hockey, un deporte que, hasta los Juegos Olímpicos, la mayoría de los brasileños creían que sólo se jugaba sobre hielo. Se convirtió en Gerente de alta Competencia de ambos equipos nacionales, femenino y masculino, y muy poco después en 2010, fue invitado a tomar el manto de Director Ejecutivo de la Federación Brasileña de Hockey.

El objetivo era conseguir poner a los equipos nacionales a punto para que uno o ambos pudieran competir como locales en los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro en 2016. Para una nación que sus equipos masculino y femenino estaban por debajo del puesto 40 en el ranking de la FIH esto era un reto.

Fue un desafío que Eduardo tomó con gusto: "en 2007, yo no conocía muy bien el hockey, pero conocí a gente en el deporte muy rápidamente. Nos dimos cuenta que teníamos que introducir un elemento de profesionalismo en el deporte. Por supuesto no podíamos pagar a nuestros jugadores para que fueran profesionales, pero debíamos introducir un elemento de profesionalismo en sus estilos de vida".

Esto significaba alta calidad, entrenamientos con regularidad, y un cambio en el estilo de vida. Se les enseñó a los jugadores a convertirse en atletas de elite acompañados de los valores y creencias.

Y no sólo la mentalidad de los jugadores era lo que Eduardo necesitaba cambiar. Para que el hockey fuera un deporte exitoso en Rio 2016 tuvo que golpear a otras dos audiencias – los aficionados visitantes y los millones de personas viendo en todo el mundo. Esto significaba proporcionar mejores instalaciones y la creación de una gran experiencia que atrajera a los espectadores, aunque no fueran fans de hockey.

Eduardo aplicó y consiguió la posición como Gerente de deportes para el hockey en los Juegos Olímpicos de Río. Él tomó su rol en 2012 y pasó gran parte de ese año, observando a su homólogo en los Juegos Olímpicos de Londres. Desde 2012 hasta 2014 dividió su tiempo entre la preparación para los Juegos Olímpicos de Rio (10 por ciento) y el gerenciamiento de la Federación Brasileña de Hockey (90%). De 2014 a 2016, las Olimpiadas se convirtieron en el foco de cada hora de vigilia.

"Ser director deportivo fue más que ser una persona que gerencia la competencia," dice Eduardo. "Estaba muy involucrado en el armado de todas las áreas, principalmente porque nadie sabía de hockey en Brasil, y necesitaba enseñar y explicar la cultura del deporte. Tuve 12 personas pagadas y 200 voluntarios: estas personas necesitaban saber todo sobre los jugadores de hockey, por ejemplo, lo que les gusta comer, como llegar al lugar, toda la cultura de cómo ser un jugador de hockey. Fue lo mismo para los oficiales, que tienen formas de hacer las cosas y ciertos requisitos para hacer su trabajo eficientemente. Necesite inculcar a mi equipo la forma de pensar de un jugador de hockey.»

Gran parte de la función como Director deportivo es sobre la construcción de relaciones y para Eduardo, una de las más importantes fuentes de apoyo vino del equipo de eventos de la FIH. "Establecer una buena relación entre el Comité organizador local y la FIH es esencial para un torneo exitoso ", dice, "pero igualmente importante es tu propio equipo. Debes encontrar las personas adecuadas para trabajar. He aprendido que estos no son siempre los más caros, sino las personas adecuadas. Lo más importante es tener confianza en esta persona; Aunque no todo lo saben, van a hacer lo que les estás solicitando y entregan lo mejor que pueden."

El evento de prueba en diciembre de 2015 (test event) fue bien y le permitió a Eduardo y a su equipo abordar cualquier problema. Al llegar a agosto de 2016, el equipo estaba listo para salir al sol y, con millones de espectadores conectados en todo el mundo, el evento fue un gran éxito.

Pero, con millones de libras del erario público invertidos en los Juegos Olímpicos, siempre se plantea la cuestión del legado. La disputa sobre quién iba a pagar por el mantenimiento de la cancha ha dejado el estadio de Deodoro sin uso y se está convirtiendo en otro elefante blanco olímpico. Para el ex director general de la Federación Brasileña de Hockey ha sido una frustración, pero se percibe que es algo que se veía como inevitable. "Desde los Juegos de Río de Janeiro, el estadio de Deodoro ha permanecido cerrado porque todavía hay discusiones sobre quién será responsable del mantenimiento y la administración de la sede.

"Fue construido por el Ministerio de deportes, pero el lugar es propiedad del ejército y utilizado por la Federación Brasileña de Hockey, así que tenemos tres diferentes actores involucrados en las negociaciones. En el pasado, el Ministerio pagó por la infraestructura, el ejército suministró la seguridad y la FBH pagó para ejecutar eventos. Las tres organizaciones han estado discutiendo la mejor manera de seguir adelante pero ahora han llegado a un acuerdo y el próximo mes se abrirá la cancha otra vez para la competencia, entrenamiento y para que las usen las escuelas."

Así pues, para el futuro inmediato, parece como si el legado en la forma del estadio de hockey de Deodoro continuará, aunque Eduardo admite que los arreglos financieros podrían arrojar más problemas: "siempre existe el peligro de que el acuerdo cambie. Podría haber un nuevo general que diga que quiere hacer algo diferente así que siempre puede existir la necesidad de negociaciones para asegurar que Deodoro quede abierto."

Un factor que puede ayudar a mantener el hockey en Deodoro es el peso de la opinión pública. "Existe mucha presión pública para que Deodoro pueda utilizarse," dice Eduardo. "Hay un montón de ejemplos del mundo de instalaciones olímpicas vacías, parte de nuestra oferta siempre fue la de tener un legado. Realmente es simplemente un caso de abrirlo y usarlo."

Mientras que el emblemático estadio ha tenido sus problemas, los campos construidos en las tierras de la Universidad de Rio han sido utilizados sin parar. La Universidad tiene un programa especial de hockey, que es de desarrollo de entrenadores y jugadores y escuelas locales que aparecen en gran número para utilizar las instalaciones. Los equipos nacionales también entrenan allí. Eduardo dice que visitó el lugar en diciembre y estaba encantado de ver cuán ocupado estaba. "Para mí, demuestra que el legado está funcionando".

Sin duda el apetito por el hockey ha crecido en Brasil en los últimos años. Hay dos o tres nuevos clubes y el número de personas jugando al hockey en Brasil ha aumentado a  3-4.000 personas. Actualmente el hockey se juega en cinco áreas principales, siendo las ciudades más amantes del hockey Rio, Sao Paulo, Florianópolis, Curitiba, Porto Alegre. Mucho de esto es debido al 'efecto olímpico'. "El deporte durante la competencia realmente despegó," dice Eduardo. "Muchos de los voluntarios se sumaron al deporte. Es la ventaja de ver los partidos. Aquí en Brasil la gente sólo llega a ver hockey en los Juegos Olímpicos o los Juegos Panamericanos porque el hockey no se televisa en el resto del tiempo. Es sólo cuando lo ven, que notan lo excitante que es, y que no es peligroso. Cuando no está en televisión, piensan que es lo mismo que el hockey sobre hielo."

Eduardo espera otro auge en la popularidad con la reapertura de Deodoro. Siendo un área con un alto porcentaje de jóvenes, la oportunidad de practicar deporte siempre es aprovechada y, con la Universidad produciendo una serie de nuevos entrenadores, es el momento de mayor crecimiento en el deporte. La presencia de los equipos nacionales entrenando en la cancha y muchos de los atletas que actualmente estudian en la Universidad brinda otra oportunidad de surgimiento de estrellas de hockey del futuro.

Como parte de su apoyo para el hockey en Brasil, la FIH donó palos y pelotas a la FBH, que hace que el juego sea barato para los jóvenes – muchos de los que vienen, son de las zonas más pobres.

Con el recuerdo de los Juegos Olímpicos desvaneciéndose, la charla sobre el legado de 2016 continuará, pero para Eduardo, el hockey es un legado fuerte. Confía que Deodoro continuará como Centro Nacional de hockey y que Brasil seguirá abrazando el deporte. De hecho, ha ocurrido mucho en poco tiempo. Cuando se unió a la organización del hockey, la idea de que Brasil estaría en condiciones de competir en los Juegos Olímpicos rozaba la fantasía. Clasificados a través de los Juegos Panamericanos fue un testimonio real de la labor realizada en un corto plazo de tiempo. Ahora Brasil continúa subiendo la escalera de hockey.

"Tenemos Chile en nuestra mira," dice Eduardo con un destello en su ojo. "Para llegar a los niveles de Argentina es un largo camino, pero sin duda podemos empezar a competir y ganar contra Chile. Para competir en los juegos olímpicos hubo un plan, ahora tenemos un nuevo plan a largo plazo que implica cambiar la mentalidad del público respecto al hockey."

Pero hay ciertas cosas donde Eduardo nunca verá cambios. Desde que se trasladó a Europa, se ha sorprendido e impresionado por la cultura del detalle y organización, que nos lleva a la conversación sobre cosas funcionando a tiempo.

"En Europa la organización es de un nivel que nunca llegará a América del sur. Es parte de la cultura europea. Desde una perspectiva Sudamericana, tenemos esta gran actitud festiva. Es más que una competencia, es como una fiesta. Eso es algo que distingue el hockey de América del sur. Es algo que inspira a los atletas y a las personas. Incluso si tienes el nivel más bajo, compensan con estas cosas. Por esta razón es importante tener competencias en diferentes países, cada área tendrá sus fortalezas y sus debilidades y tenemos que aceptar y trabajar con ellas."