Tomar el control de 22 jugadores internacionales y uno o dos entrenadores estresados no es tarea fácil, pero tener una exitosa carrera como abogado es sin duda una ayuda. Soledad Iparraguirre comenzó su carrera de arbitraje internacional en los Campeonatos Panamericanos Junior en 1997 en Santiago, Chile. Su primera competencia de nivel superior fue el IX Champions Trophy femenino en Holanda en 2001, y la popular argentina no se ha vuelto atrás desde entonces. Ahora, apenas con un poco menos de 200 partidos internacionales, incluyendo dos finales olímpicas, y un partido por medalla de bronce olímpica, Soledad ha arbitrado sus últimos Juegos Olímpicos, haciéndose cargo de un partido de alto nivel; la semifinal entre Holanda y Alemania – para terminar su carrera internacional.
Sheila Brown fue la Directora del Torneo en Rio 2016 para la competencia femenina. La respetada árbitro de Sudáfrica, una de las oficiales altamente calificadas del hockey en el mundo, dijo acerca de su colega en el arbitraje: "conocí a Sole en 2001 y desde el principio sabía que iba a ser un árbitro especial. Sole fue un árbitro que ubicó al arbitraje femenino en el mapa.
"Para mí, ella fue una pionera en el arbitraje femenino debido a la calidad que establece por sí misma. En cada evento que tuve el privilegio de trabajar con ella siempre fue profesional. Ella tenía una relación muy especial con los jugadores. Siempre fue capaz de leer rápidamente el juego y a través de su actitud positiva en el campo, desarrolló un gran respeto tanto de los jugadores como de sus compañeros árbitros.
"La contribución de Sole al hockey ha sido inmensa y todo el mundo la recordará por su imponente presencia en el campo. Ella fue siempre la milla extra para ayudar a todos en todos los torneos. La extrañaremos enormemente."
Sheila también pronunció la esperanza compartida por la comunidad del arbitraje mundial, pero particularmente en la región panamericana: "Espero que ella siga contribuyendo a nuestro hermoso juego dando sus conocimientos a nuevos árbitros que se van formando ya sea en Argentina o en eventos de nivel FIH".
Aprendemos más sobre el enfoque de Soledad respecto al arbitraje a través de diversas entrevistas que ha tenido a lo largo de su larga carrera y a través de los cursos que dirige para futuros árbitros. El mensaje central, que ha sido la columna vertebral en su carrera de árbitro y en el coaching de arbitraje es la importancia de hablar con los jugadores, manteniéndolos informados de lo que está pasando en la cancha y, si es necesario, les habla a través de una decisión. Es un rasgo que los árbitros internacionales más jóvenes están recogiendo. Kelly Hudson de Nueva Zelandia y Kylie Seymour de Australia se apuran a señalar que su juego se basa en desarrollo de grandes canales de comunicación con los jugadores.
En las declaraciones a la página web Hockey Mobile antes de Rio 2016, Soledad dice: "me gusta charlar con los jugadores y tener una buena relación con ellos. No quiero manejar el juego a través de tarjetas y del miedo, sino a través del diálogo, mantener un perfil bajo y pedir disculpas cuando me equivoco."
Este enfoque, que Soledad ha mantenido a lo largo de su carrera, estuvo adelantado a su tiempo, como ella explica: "en un torneo internacional en 1998 [femenino Tres Naciones] tuve una mala calificación porque hablaba mucho con los jugadores. Hoy en día, la comunicación entre árbitros y jugadores es la clave para un buen funcionamiento. Si uno puede enviar un buen mensaje con el silbato y las palabras, no digo que esto será una garantía para mantener buen control, pero ciertamente ayuda."
Ella no insiste en el punto, pero está claro que Soledad siente que los comités de arbitraje de la década del 90 necesitaban actualizarse.
La Copa del Mundo de 2002 en Perth, Australia, fue la proyección de Soledad al mayor escenario y dos años más tarde arbitraba sus primeros Juegos Olímpicos en Atenas en 2004. Fue en la Copa del mundo de 2006 en Madrid que Soledad recibió su silbato de oro por los100 partidos internacionales y dos años más tarde ya había arbitrado la Final en los Juegos Olímpicos de Beijing con Carolina de la Fuente. Ahora, 12 años y cuatro juegos olímpicos después, a los 44 años de edad es hora de colgar su silbato luego de honrar el escenario en los Juegos Olímpicos de 2016. Su partido final como árbitro internacional fue la crucial semifinal entre Alemania y Holanda, un accesorio que tenía su propia emotividad como espejo de la primera Final olímpica que Soledad arbitrara en Atenas en 2004, junto a otra leyenda sudafricana, Marelize de Klerk.
Soledad finalizó los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro con 197 arbitrajes– incluyendo las finales de 2004 y 2008 y el partido por la medalla de bronce de 2012 – a solo tres partidos del número mágico 200, pero retirarse en el escenario mayor del hockey fue siempre parte de su plan.
Hablando en nombre de la Federación Panamericana de la Hockey (PAHF), su presidente Alberto (Coco) Budeisky dice: "Soledad es el reflejo del nivel que los aspirantes a árbitros PAHF deberían buscar lograr. Durante su carrera como árbitro y entrenadora de árbitros, en Argentina y a lo largo del continente americano, no sólo brindó una increíble calidad de arbitraje, sino también una preparación y voluntad de compartir sus conocimientos y las técnicas de arbitraje. Tanto dentro como fuera del campo, ella es un ejemplo a seguir”
Antes de tomar el silbato, Soledad jugó hockey en Argentina, pero dejó en 1994 cuando nació su primer hijo. Regresó al hockey un año más tarde como jugadora y, cada vez más, como árbitro en su club. Su ascenso a nivel internacional fue rápido y apenas dos años después del arbitraje de su primer partido del club, se encontraba oficiando en los Juegos Panamericanos Junior.
Con el embarazo de su segundo hijo la carrera de arbitraje entró en un breve compás de espera, ya que siempre fue la ambición de Soledad estar en forma y lista para arbitrar en la Copa del Mundo 2002. Martin nació en junio de 2002 y Soledad fue a arbitrar a los mejores equipos del mundo en diciembre de ese año, justamente en la Copa del Mundo.
Reconocida como uno de los mejores árbitros del mundo, Soledad siempre ha estado dispuesta a transmitir sus conocimientos. Es coordinadora de árbitros de la Confederación Argentina de Hockey y se encuentra ejecutando cursos de capacitación regularmente para los árbitros estrellas del futuro en toda la región panamericana. Este año, Soledad condujo un curso PAHF para árbitros en Trinidad y Tobago. En el evento, Roger St Rose, Presidente del Comité de arbitraje PAHF dijo: "Somos muy afortunados de tener un árbitro de la calidad de Soledad aquí en Trinidad y Tobago, dispuesta a compartir su amplia experiencia en los puntos más finos del juego".
Carol Metchette de Irlanda, quien ha trabajado junto a Soledad en muchas ocasiones y fue uno de los árbitros encargados de cotejar a través de los videos en Río 2016. Ella agrega acerca de Soledad y su impacto en el juego: "¿Qué puedo decir de Soledad? Ella es única en su clase. Ella establece el estándar para que todos sigan. Ella es apasionada en el arbitraje y muy profesional. Una leyenda, por cierto. "
