Lauren Crandall (EE.UU) y Lucas Vila (ARG)

Lauren Crandall y Lucas Vila son dos jugadores que saben del significado de ganar en los Juegos Panamericanos. Para Vila, de Argentina, es la segunda medalla de oro en este evento, ya que también fue parte del equipo ganador de 2003, pero para Lauren fue su primera medalla de oro y el momento de una especie de renacimiento para el equipo de Estados Unidos.

“Ese triunfo definitivamente fue un paso en la dirección correcta, ya que fue la manera de poner al hockey sobre césped de Estados Unidos en el candelero,” dice Crandall. “Esta victoria, fue la bisagra en el proceso de construcción hacia los Juegos Olímpicos del 2012. Nuestro equipo ha experimentado altos y bajos desde ese entonces, pero nuestro foco está puesto en trabajar duro y seguir mejorando.”

Desde entonces, el equipo de Estados Unidos ha trabajado en forma consistente subiendo su posición en el ranking mundial y, a pesar de que el evento de Londres 2012 fue desalentador para el entusiasta plantel, los eventos subsiguientes tuvieron una trayectoria ascendente. Crandall y sus colegas están esperanzadas con una victoria en los Juegos Panamericanos de este año y las pondrá en una coyuntura similar respecto de los Juegos Olímpicos de Rio 2016. Pero volvamos ese partido del pre campeonato con el equipo favorito, Argentina.

“Tengo que admitirlo, ¡fue el más grande de los triunfos en mi carrera! Ese equipo era especial. Nos habíamos estado preparando para los Juegos Panamericanos y especialmente para esa final durante mucho tiempo. Estábamos comprometidas unas a otras, a pelear hasta el final. Luego, haber obtenido esa victoria y haber podido celebrarla todas juntas fue un momento especial que jamás olvidaré.”

Para Lucas Vila, era un momento doblemente especial, ya que era clasificatorio para los Juegos Olímpicos y porque el partido era contra su némesis, Canadá, el equipo que los había vencido cuatro años antes. “Fue grandioso. Estábamos muy desilusionados por haber perdido la final en 2007 contra Canadá, de manera que tener este encuentro en 2011, era muy importante para nosotros. Y por supuesto, fue también un alivio ya que clasificamos para los Juegos Olímpicos.”

Canadá no se lo facilitó a Argentina. Vila recuerda: “Estábamos perdiendo 1-0 en el primer tiempo, y habíamos perdido muchas oportunidades. A esa altura, estábamos muy decepcionados y sabíamos que teníamos que trabajar más duro aún. En el comienzo del segundo tiempo, salimos del vestuario, sabiendo que teníamos que jugarnos y dar el cien por cien de nosotros en los últimos 35 minutos. Y así fue, marcamos 3 goles y jugamos un partido verdaderamente agresivo.”

Mientras el equipo masculino argentino encendía al público con el desempeño victorioso en el segundo tiempo, el equipo de Estados Unidos estaba a punto de romper el corazón de los apasionados seguidores de Las Leonas. ¿Qué pasaba por las cabezas de las jugadoras de Estados Unidos al momento de ingresar al campo de juego en esa final? Crandall recuerda los momentos previos al partido, “Habíamos tenido toda la preparación necesaria previa al partido, entonces, llegado el momento, era cuestión de jugar. Estábamos relajadas pero entusiasmadas. Todas seguimos nuestro ritual previo al partido, algunas jugamos algunos juegos, otras escucharon música juntas en el vestuario. Lo tomamos como un partido más ya que confiábamos en el trabajo de entrenamiento hecho antes del torneo”.

“Mientras salíamos a la cancha, recuerdo que el público era ruidoso y había muchos seguidores de Argentina; había un sector de ese público que tocaba permanentemente un tambor. Pero el mejor sonido que escuché durante el partido, fue cuando el tambor se silenció y el público americano comenzó a rugir.”

El equipo de Estados Unidos comenzó su sueño cuando lideraba el partido con dos goles y al finalizar el primer tiempo con un 3 a 1, pero con el talento sublime de Las Leonas siempre se puede esperar que éstas anoten un gol. No fue hasta el minuto 66, cuando Michelle Vittese puso al partido en 4-2, que Crandall y sus compañeras de equipo se atrevieron realmente a soñar. “Entramos con confianza, sabiendo que si hacíamos nuestro juego juntas como equipo, podíamos ganar. Sentí que aumentaba mi confianza, conforme avanzaba el partido. Cada gol que convertíamos, sumaba impulso al juego. Pero fue cuando Michelle Vitesse anotó el cuarto gol que supimos que el partido era nuestro.”

“Me acuerdo que después de celebrar con el equipo, salté la valla y tomé una bandera americana de nuestro público y corrí con ella alrededor del campo. Mis compañeras y yo corrimos hacia la tribuna donde se encontraba la selección masculina que había ido a alentarnos, para agradecerles su apoyo, fueron muy bulliciosos y sorprendentes.”

Con el advenimiento de un período importante en el hockey, Crandall y sus compañeras tienen el foco firmemente puesto en clasificar para los Juegos Olímpicos. Tienen ahora dos oportunidades de asegurarse un lugar en Río 2016, primero en las semifinales de La Liga Mundial de Hockey, donde Estados Unidos enfrentará a Argentina, como así también a China, Gran Bretaña y Sudáfrica, todos estos equipos, ubicados entre las primeros 12 del ranking. Después de las semifinales de la Liga Mundial de Hockey en Valencia, el equipo regresará a América para los Juegos Panamericanos, donde tendrán su segunda oportunidad de clasificar para los Juegos Olímpicos. Crandall se resiste a opinar como se manejará el equipo diciendo simplemente: “Nuestro objetivo es siempre crecer después de cada partido, y de esa manera jugar al hockey con nuestra máxima capacidad al finalizar el torneo.”

Argentina también tiene que lidiar primero con las complicadas semifinales de La Liga Mundial de Hockey. “Estamos realmente entusiasmados con la Liga Mundial de Hockey, estamos ya pensando y planificando nuestro primer partido contra Austria,” dice Vila. “Todos los equipos pueden clasificar y es igual de difícil para todos. En nuestra zona nuestro adversario más difícil será Alemania.”

Al igual que para Estados Unidos, el camino hacia los Juegos Olímpicos para Argentina, puede tener dos alternativas. Finalizar entre los 3 primeros equipos en las semifinales de la Liga Mundial de Hockey en Buenos Aires, les garantizará una plaza en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, un cuarto lugar dejará a Los Leones dependiente del resultado de los otros equipos en la otra semifinal. Un triunfo en Toronto, les garantizará un lugar en Brasil el próximo año en los Juegos Olímpicos de Río.

“Queremos repetir la victoria de 2011, por supuesto,” dice Vila. “Encararemos cada partido muy seriamente y jugaremos el torneo partido a partido. Una vez que clasifiquemos en la zona, cada partido será como una final, así que jugaremos y nos volveremos a focalizar.”