Abigail Raye y Scott Tupper (Canadá)

Abigail Raye es una jugadora de hockey muy viajada. Nació en Inglaterra pero a los 13 años sus padres se mudaron a Canadá y Abi obtuvo su ciudadanía canadiense. La primera vez que representó a su país fue contra Irlanda en 2009 y jugó en dos Juegos del Commonwealth desde su debut.

Esta defensora de gran estatura es actualmente parte integral del equipo nacional y ha sido funcional al equipo para llegar a las semifinales de la Liga Mundial de Hockey en Valencia a desarrollarse en el mes de junio. Ella está dentro del grupo de jugadoras canadienses y de otros países del continente, que ha decidido dejar a su familia y amigos por unos meses cada año para jugar en un club, profesionalmente, para una de las potencias  del hockey en Europa, en el caso de Abi, el Royal Wellington de Bélgica.

Scott Tupper lleva más de 200 partidos jugados en representación de Canadá y fue parte de los equipos ganadores en los Panamericanos de 2007 y 2009. Su experiencia en Europa incluye la medalla de oro en el Campeonato de Alemania con Der Clun an Der Aster. Actualmente juega para el Royal Racing Club de Bruselas, uno de los clubes más destacados de Bélgica.

Scott explica que lo llevó a cruzar el Atlántico. “La primera vez que vine a jugar a Europa fue en el 2009. En ese momento pensé que lo mejor para mí era llegar más lejos como jugador, desafiándome a mí mismo jugando contra los mejores jugadores del mundo en forma constante. Entrenando con ellos y jugando contra medallistas de la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos todas las semanas era una excelente manera de crecer como jugador, y traer esos conocimientos en beneficio del equipo canadiense.”

“Me ha dado mucha más experiencia jugar bajo presión. En Canadá no tenemos una liga de clubes muy prominente, por eso es muy difícil obtener una alta calidad de experiencia en los partidos, fuera de la selección nacional. Haber tenido la posibilidad de jugar partidos importantes cada fin de semana con la presión de un buen desempeño fue enormemente beneficioso. También pienso que como extranjero la presión para jugar bien es mayor porque hay que justificar el puesto cada semana.”

Los motivos de Raye para mudarse a Europa, son similares. Ella dice: “Yo tomé la decisión de jugar en Europa porque sentí que era el paso siguiente en mi carrera como jugadora de hockey. Me uní al equipo canadiense a los 17 años en 2008; entrené por 8 años en Canadá. Quería estar expuesta a más del hockey, y sabía que el sistema de clubes de hockey europeo ofrecía un hockey competitivo y de gran calidad. Ian Rutledge, mi coach, también dio su bendición, y le estoy muy agradecida”

¿Qué es lo que ofrece la escena del hockey europeo a jugadores como Abi y Scott? “Es realmente la posibilidad de jugar partidos de mucha calidad cada fin de semana, ésto ha aumentado mi confianza y tranquilidad frente a la pelota,” dice Abi. “Jugar en Europa me ha ayudado a mejorar la percepción del juego, en todo lo que respecta al posicionamiento y control de la pelota. Los partidos son la mejor forma de práctica.”

Este es un punto donde Tupper concuerda: “Al estar expuesto a diferentes ideas y puntos de vista del juego, puedo ofrecer opciones sobre la manera que nos desempeñamos como equipo nacional y cómo podríamos mejorar.”

Esta experiencia dio sus frutos en la reciente Ronda 2 de la Liga Mundial de Hockey, donde Canadá clasificó para las semifinales de la Liga Mundial luego de terminar segundo por debajo de Rusia. Fue gracias a la experiencia de Tupper y Europhile Mark Pearson que Canadá batalló hacia el segundo puesto y se ubicó un paso más cerca de la clasificación Olímpica. “Pienso que no se gana ni pierde en los primeros 10 minutos del partido,” explica Tupper. “Cuando jugamos partidos importantes, tenemos que reconocer que algunas cosas malas van a ocurrir. Vamos a recibir goles, y tendremos altos y bajos. Se trata de aprender a manejar los malos momentos y controlar las emociones en los buenos momentos también.”

Volvamos a Raye, la canadiense de 23 años. A ella le gustaría que sus compañeras de equipo se lanzaran a jugar en Europa. “Pienso que el feedback positivo de mi experiencia podría alentar a algunas de mis compañeras a buscar una oportunidad similar. Ellas saben por cierto que soy una gran entusiasta de jugar en Europa, y en Bélgica especialmente. Cuando rememoro la última temporada, existió ese momento donde el equipo tuvo una racha ganadora. No era solamente el hecho de ganar, sino que empezamos a jugar con un ritmo increíble y nos sentíamos verdaderamente imparables. Es difícil ponerlo en palabras, pero creo que cualquier jugador de deporte en equipo reconocería esa sensación.”

Tanto Raye como Tupper admiten haber tenido dificultades iniciales. “Para mí el principal desafío se circunscribía al tema del idioma”, dice Raye “Durante la pre temporada todo el entrenamiento y las discusiones se hacían en francés, que yo no alcanzaba a entender con el francés aprendido en la secundaria. No estoy realmente segura ni siquiera si mi “bonjour” servía. No hace falta aclararlo, pero hay un lenguaje universal en el hockey, con la ayuda de mis multilingües compañeras me las arreglé para mantenerme al día. La contracara, de mi habilidad con el lenguaje, fue haber conocido mejor a mis compañeras de equipo a fuerza de pedirles que tradujeran para mí.” 

Para cualquiera que considere explorar otras culturas, Tupper tiene esto para decir: “Se crece como persona cuando uno se aleja de la zona de confort y se muda del otro lado del océano para jugar, adquiriendo una experiencia de vida muy valiosa. Estar expuesto a nuevos idiomas y culturas diferentes es el gran beneficio de jugar en el exterior. Además, es una manera extraordinaria de hacer nuevos amigos en el mundo. Tuve la suerte de hacer grandes amigos jugando en el exterior, y tener experiencias increíbles. Y por supuesto, la actividad social tan presente en el hockey de Bélgica, Holanda y Alemania, no se genera en Canadá…¿una gran fiesta en el club una vez finalizado un partido no es acaso un beneficio?”

Para Raye, los beneficios culturales y sociales se equiparan a las delicias culinarias. “Tengo que explorar Bruselas y aprender un poco de la cultura belga…..si soy honesta mucho de esto gira alrededor de los “waffles”, chocolate y cerveza, aunque no todos a la vez.”

Hablando de los desafíos que debe afrontar Canadá encaminándose hacia los Juegos Panamericanos y antes en las semifinales de la Liga Mundial de Hockey en Valencia, Raye dice: “Estamos en un buen lugar avanzando hacia los próximos meses. Obtuvimos mucha confianza del desempeño logrado en la Ronda 2 de la Liga del Mundo en Dublín. Después de dos años con nuestro entrenador Ian Rutledge, concretamos nuestro estilo de juego y estructura. Respecto de nuestra preparación para Valencia, se trata de hacer algunos pequeños ajustes. El plantel ha estado entrenando duro aquí en Vancouver y pienso que tenemos la posibilidad de sorprender a algunos equipos en Valencia. Acerca de los Juegos Panamericanos en julio, jugar con adversarias de calidad superior en las semifinales de la Liga Mundial de Hockey, va a ser una muy buena preparación para nosotras. Hemos tenido un año muy ajetreado en el hockey, y estamos tomando medidas adicionales para acelerar nuestro crecimiento y mejorar en cada partido.”

Tupper no pudo jugar en la reciente incursión de Canadá en Asia por la Copa Azlan Shah, debido a sus deberes con el club, y dice que obtener experiencia en los partidos contra las naciones posicionadas al tope del ranking hubiera sido un beneficio adicional para el plantel. El equipo comenzará con el entrenamiento formal en mayo, donde “fijarán tácticas, establecerán jugadas y estrategias.”

 “Lamentablemente, como estamos aislados geográficamente de la mayoría de los países, no tenemos más partidos en la previa, pero estaremos la mayor cantidad de tiempo en Vancouver, entrenando 4 o 5 días por semana, más trabajo físico, luego tendremos un campamento de entrenamiento en Toronto inmediatamente antes de partir hacia Argentina.”

Como Raye, Tupper, espera que Canadá sorprenda a algunos equipos tanto en Buenos Aires como en Toronto. “Tomó dos años después de algunos retiros importantes, para que los jugadores más jóvenes se sintieran cómodos jugando en el hockey internacional, pero hay más experiencia en el plantel ahora. Esto, conjuntamente con una filosofía de entrenamiento diferente que los jugadores han adoptado completamente, nos ha hecho mejorar respecto de cómo estábamos tres años atrás.”