Siempre me llamo la atención el hockey césped, entrando a la Universidad a estudiar Pedagogía en Educación Física y viviendo en Chillan siempre seguí la página de la federación de hockey y todas las noticias, si tenía que viajar a Santiago a ver partidos ahí estaba, de forma autónoma buscaba información en la web, libros, fotografías o videos o lo que fuera con la idea de aprender.

Un día me di cuenta en la página que se iniciaba un proceso de desarrollo a nivel nacional donde se formaban entrenadores y árbitros, me inscribí, de a poco juntaba las lucas para pagar los cursos, pasajes y estadías, me tenía que levantar súper temprano cuando encontraba donde quedarme o hacer la hora en el terminal de buses para llegar temprano al inicio de los cursos pero siempre me pasaba algo, se me pasaba en la micro, el metro se demoraba y las capacitaciones las hacían super lejos y/o tenía que caminar arto, pero siempre ahí me las arreglaba para llegar, pero curso a curso aprendía algo nuevo, desde que micro tomar, calcular la hora de trayecto, donde bajarme, cuanto caminar pero me animaba con todo a seguir aprendiendo y quería más hockey, me gustó mucho.

Me di cuenta que en mi ciudad se podía hacer un buen proyecto deportivo que en esos momentos solo eran las ganas por que no sabía cómo iba a resultar todo esto y como llevarlo a la práctica, pero eso no me importaba, aunque no hubieran fechas de capacitaciones seguía estudiando por mí solo y si tenía que viajar a Santiago o Concepción a ver partidos ahí estaba en las gradas sentado con mi cuaderno, mi lápiz y toda la ilusión de aprender y hacer un buen proyecto deportivo.

Hasta que me compre mi primer palo de hockey y pelota y para mí eso fue lo máximo por qué pasaba todos los días aprendiendo solo y pasaba horas mejorando técnicamente donde pudiera, siempre se me acercaba alguien a preguntar que era ese palo y le explicaba, siempre me acuerdo de los profes que hicieron los cursos, yo creo que se aburrían de mi porque los llenaba de preguntas y ellos también hicieron muy buenos contactos conmigo  a nivel nacional y de esa forma me fui metiendo al mundo del hockey en mi país, empecé hacer redes de contacto y aprender de cada uno/a de las personas que me presentaban, yo me sentía genial porque me di cuenta que en ese tiempo comía, dormía, me levantaba, creaba y pensaba hockey.

Luego de terminar la capacitación completa del proceso de desarrollo de la federación de hockey formule un proyecto deportivo y con toda la personalidad empecé a recorrer varios colegio en mi ciudad donde recibía varios te llamamos o aquí no hacemos ese deporte o de forma clara aquí no nos interesa, pero seguí adelante con todo y mi ilusión de hacer hockey en mi ciudad no decaía, hasta que recibí un llamado por alguien que conocía que un colegio de mi ciudad necesitaban un entrenador de Hockey y descubrí que si había un colegio donde se practicaba esto, presente mi proyecto deportivo y al otro día estaba trabajando donde empecé con 20 niñas y asumí mi primer desafío. Luego de esto presente un proyecto deportivo en la Universidad donde estudie y me lo aprobaron y donde llegaron 10 niñas, en ese tiempo solo tenía 5 palos de hockey y 1 pelota y me las ingeniaba para motivar a las niñas para que aprendieran y sumaran más niñas.

Al terminar ese año se fueron viendo los primeros frutos del trabajo y poco a poco llegaron materiales, se me fueron dando otras oportunidades por medio de la federación de hockey como attache del seleccionado de Italia y Argentina en distintos eventos deportivos y donde establecí nuevas redes de contacto y aprendiendo de la experiencia de otros entrenadores y jugadoras y me metía de a poco en este mundo del hockey en mi país, en mi ciudad quería hacer jugar a todos hockey y me las ingeniaba para motivar a mas niñas y niños como haciendo clínicas de hockey gratuitas, llevando otros entrenadores de la región y seguía aumentando el número de niñas que quería aprender este deporte tanto en el colegio como en la universidad y como quería sumar más gente en este deporte no tuve problemas en trabajar de forma gratuita en un colegio en mi ciudad y ahí estaba, sumando más niñas a este deporte.

Ahora ya han pasado 6 años desde que inicie en esto, me doy cuenta el tiempo que ha pasado, de ser un don nadie pero con muchas ganas y la ilusión, de ser un joven de región y  meterme en este mundo del hockey en mi país, hubieron momentos en donde se cerraron muchas puerta e incluso donde los pocos materiales que tenía me fueron robados pero ahí me levantaba y seguía adelante, de iniciar con 5 palos y 1 pelota ahora a cada equipo que tengo tenga sus propios materiales, de iniciar con 30 niñas ahora soy entrenador de un colegio completo, 2 universidades y creando mi propio club y a la fecha tener aproximadamente 200 niñas y niños jugando este gran deporte que me ha enseñado a ser cada día una mejor persona, un mejor profesional y un mejor jugador y transmitir a cada una de mis jugadoras esos mismos valores y esas ganas de hockey y que más que jugar al hockey, el hockey se vive con el corazón y es parte de nuestras vidas.

Quiero decirle a todos esos jóvenes que aman este deporte que se atrevan con toda la energía a llevar a cabo proyectos de hockey, es peor no intentarlo, las oportunidades hay que salir a buscarlas y crearlas en el camino, es importante hacer crecer este deporte porque podemos cambiar las vida de muchos niñas y niñas donde el hockey es la herramienta que les entregara felicidad y valores a cada uno de ellos

A seguir trabajando por este gran deporte

Mauricio Flores Osorio, Entrenador de Hockey Césped, Chillan, Chile