El último domingo falleció mi querido amigo Luis Jorge Ciancia en Buenos Aires a los 62 años de edad. Conocí a Luis por más de 40 años, durante ese tiempo compartimos grandes momentos del hockey y una entrañable y leal amistad. Permítanme la oportunidad de honrar su memoria.
Entre los muchos mensajes que las personalidades del hockey publicaron en Twitter, quiero tomar prestado el tweet de Sergio Vigil “Luís partió, pero su amor y las enseñanzas permanecerán para siempre en nuestras almas, más allá de su muerte.” Es claro para mí que el tweet de Sergio revela un sentimiento generalizado entre todos los que compartieron experiencias de hockey con Luis.
Ya sea en Argentina, España, Chile y Portugal, su pasión por el juego y su forma articulada de transformar conceptos de juego en palabras de enseñanza, han dejado una huella profunda y trascendente.
Luis es reconocido como el fundador del talentoso programa de desarrollo de alto rendimiento de la Argentina, que ha dado lugar a numerosos resultados, y al fenómeno deportivo y de los medios de comunicación de Las Leonas. Él convocó a Sergio Vigil como entrenador de las Leonas, y Sergio llevó al equipo a la victoria en la Copa del Mundo en 2002.
Aunque su papel como Head Coach o Director Técnico de la federación es bien reconocido, sus mejores recuerdos personales en hockey provienen de su tiempo dedicado a entrenar al seleccionado masculino de Argentina. Como me dijo muchas veces, derrotar a Pakistán por 3-1 en la Copa del Mundo de 1986, fue su recuerdo del hockey más atesorado. Ese partido incluía a jugadores como Marcelo Garraffo, Alejandro Verga, Sergio Vigil y Gabriel Minadeo. Todos han pasado a convertirse en notables entrenadores por propio derecho, llevando el legado de Luís Ciancia en Argentina y en todos los lugares que han entrenado.
Luis tuvo sin duda un carácter abierto, rasgo que le valió la estima y reservas en igual medida. Sin embargo, nadie puede negar que él siempre dijera la verdad, cumplió su palabra, y nunca decepcionó a un amigo.
Voy a extrañar mucho a Luis; el mundo del hockey ha perdido a un entrenador de la generación de oro, entre los cuales también estan Whitaker, Lissek, Aggiss. Estos entrenadores lograron adaptarse y avanzar con los numerosos cambios en el juego – reglas, superficies – y establecer el tono para el futuro de nuestro deporte.
Como Presidente de la FIH y en nombre de la familia del hockey, hago llegar mis más sinceras condolencias a la familia y los amigos de Luis Ciancia, con la seguridad de que su amistad, su presencia y sus enseñanzas de hockey siempre permanecerán con aquellos que lo conocieron. Siempre estaré orgulloso de decir: “Yo he sido amigo de Luís”.
