El partido fue la venganza del partido del grupo cuando Italia sorprendió a Chile (2-1). Los italianos ya habían logrado un excelente torneo, pero se mostraban con ganas de hacerlo mejor todavía,  controlando la fase inicial del partido jugando hockey positivo alrededor del círculo chileno. Alfredo Mella, en el arco de Chile para este partido, estuvo bajo presión pero mantuvo a su equipo en el juego, dándoles tiempo para asentarse y organizarse.

Bajo el sol californiano refrescados por una suave briza, el partido era entretenido, con posibilidades para ambos equipos. El primer corner corto del partido fue para Chile, luego de una rara incursión en el en el territorio defensivo italiano, pero bien defendido por  Francesco Padovani, en buena forma durante toda esta competencia.

El partido continuó animado en el segundo período, e Italia obtuvo un corner corto luego de una larga corrida  de Agustin Núñez en el lateral derecho. Chile, con inferioridad numérica por una tarjeta verde, perdió un defensor y  Thomas Keenan marcó en el minuto 35 el largamente esperado gol, celebrado por los seguidores italianos que sorprendieron en el número.  Esto ciertamente empujó a los chilenos que inmediatamente forzaron un corner corto y  Nicolas Renz sin cometer errores puso una pelota alta en la red para nivelar el marcador.

Ambos equipos alternaban pelotas aéreas y largas corridas y el juego fluía salvajemente de un extremo al otro. Los ánimos también comenzaban a caldearse y los árbitros necesitaron parar el partido para calmar a los jugadores. Los equipos estaban empatados al final del tercer cuarto, con el sentimiento que el partido podía inclinarse para cualquiera de los dos lados, por lo que era mejor mantener la compostura.

Todos estaban desesperados por marcar la diferencia antes de caer en la competencia de penales. Chile tuvo la mejor oportunidad para anotar pero Francesco Padovani salvó a su equipo una vez más. Con una lluvia de tarjetas amarillas y entrando a los minutos finales del partido, los equipos no pudieron marcar ningún otro gol y la definición recayó en la competencia de penales -- shoot-out. 

Un jugador italiano le dio al travesaño y dos tiraron afuera, dándole el quinto lugar a Chile. Italia puede sentirse, sin embargo, muy satisfecho con su actuación en esta competencia: no solo fueron competitivos en todos los partidos (su objetivo inicial) sino que también terminaron dos lugares por encima de su ranking.